Terapia para los celos

Los celos constituyen, por excelencia, una de las manifestaciones patológicas del amor. Pueden presentarse en todos los tipos de relaciones humanas (amistades, pareja, entre hermanos) y consisten en el sentimiento de amenaza real o imaginaria de perder a alguien a quien se cree propio. 

Como se advierte, los celos parten de una premisa errónea, ya que ninguna persona es patrimonio de otra. No obstante, los sentimientos humanos en general discurren por carriles disímiles a aquellos de la razón. En efecto, todo vínculo humano que comporta cierto grado de de cercanía, de compromiso o afinidad necesariamente irá acompañado de una cuota de celos, es decir, de cierto grado de exigencia de exclusividad (“-te quiero sólo para mí”). 

Deberíamos entonces sospechar cuando una persona afirma acerca de sí misma con aires de superación que “no es celosa” pues todos lo somos, hasta cierto punto, por el solo hecho de amar. Ahora bien, este sentimiento que en cierto grado consideramos natural y comprensible puede devenir patológico y desencadenar comportamientos obsesivos e invasivos, conduciendo a circunstancias de estrés e incomodidad que podrían derivar en la ruptura de un vínculo.